Como los humanos, las mascotas también experimentan cambios metabólicos y físicos según avanza el tiempo, por lo que es importante brindarles un cuidado adaptado a sus necesidades. Estos cambios varían según la especie, raza y estado de salud individual de la mascota.
¿Qué cambios experimentan en esta nueva etapa?
- Reducción de la actividad
- Disminución de masa muscular
- Problemas articulares
- Variaciones en la piel y el pelaje
- Disminución de la agudeza sensorial (visual y auditiva)
¿Qué ocurre con su conducta?
Las mascotas pueden experimentar trastornos cognitivos relacionados con el envejecimiento, como la demencia.
Cambios en su comportamiento como aumento de la ansiedad, irritabilidad o desorientación. También pueden tener dificultades para adaptarse a nuevas situaciones o entornos.
Pérdida de memoria y confusión.
También pueden olvidar rutinas, perderse en espacios familiares y confundirse al reconocer a las personas o interactuar socialmente.
Sus patrones de sueño pueden verse alterados, como por ejemplo al deambular por las noches.
Patologías comunes en las mascotas ancianas
Los animales pueden desarrollar una variedad de condiciones médicas, algunas de las más frecuentes en esta etapa son:
- Enfermedad articular degenerativa.
- Enfermedades cardíacas.
- Problemas dentales.
- Problemas renales.
Cuidados imprescindibles
- Revisiones rutinarias: Fundamentales para poder detectar cualquier problema de salud o cambios en su condición física y reaccionar a tiempo si tiene algo, así como recomendar los tratamientos adecuados y ajustar la dieta si es necesario. El tiempo de espera entre chequeos dependerá de cada paciente y de sus patologías, en general recomendamos entre 1 y 2 revisiones anuales.
- Seguimiento de cambios de comportamiento: Presta atención a cualquier cambio de comportamiento en tu mascota. Puede exponerse mediante la disminución de la energía, cambios en el apetito, dificultad para moverse o cualquier otro síntoma inusual. Si percibes cambios significativos, es importante informar al veterinario. Muchas veces tendemos a pensar que son alteraciones asociadas a la edad, pero podrían indicar problemas de salud.
- Alimentación adecuada: Busca alimentos de mayor calidad y especiales para animales de edad avanzada; éstos no tienen las mismas necesidades que un animal joven. Reducir el consumo de proteínas, grasas y calorías para mantener una condición corporal óptima es muy beneficioso para ellos. Además, recomendamos dar dieta húmeda para suplir la disminución en la ingesta de agua que suele aparecer durante la vejez.
- Ejercicio suave y regular: Aunque las mascotas geriátricas pueden experimentar una disminución en su energía y movilidad, el ejercicio sigue siendo importante. Recomendamos más paseos, más cortos y controlados. Los juegos suaves y actividades estimulantes pueden ayudar a mantener su musculatura, articulaciones y agilidad en buen estado. Adapta el nivel de actividad a las capacidades individuales de tu mascota y evita ejercicios bruscos que puedan causar lesiones.
- Transforma el entorno: Sentirse cómodo y seguro puede ayudar mucho a una mascota geriátrica. Asegúrate de proporcionar una cama acolchada y de fácil acceso, evitando escaleras, superficies deslizantes o lugares altos que puedan ser un desafío para su movilidad. En gatos es importante que el arenero no tenga una altura excesiva, pues la artrosis puede hacer que a nuestro gato le resulte incómodo y deje de usarlo.
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